En cosmética siempre se apunta a los factores externos cuando se trata de cuidar la piel: el sol, la polución, las temperaturas extremas y los productos irritantes. Está bien darles relevancia porque son cosas plausibles de solucionar y combatir, están súper estudiadas y, además, es un hecho que generan mucho daño. Pero hay otro agresor de la piel, un poco más silencioso (por no decir totalmente silencioso) y mucho más difícil de tratar: el stress psicológico y emocional. Es intuitivo pensar que el stress hace daño, pero en general desconocemos el porqué. Con respecto a la piel, sobran las investigaciones científicas que demuestran que el stress emocional la perjudica directamente. La deja más sensible al daño, enlentece la cicatrización, causa envejecimiento prematuro y potencia la aparición de condiciones como psoriasis, dermatitis atópica y acné.
Lo primero: ¿qué es el estrés?
Es una respuesta normal del cuerpo, vital para la supervivencia. Nos permite reaccionar ante una situación de amenaza, generando cambios transitorios como aumento de la frecuencia cardíaca, dilatación de las pupilas y de los bronquios. Nos prepara para luchar o huir (“fight or flight”). El stress no es solo una sensación, sino que es una respuesta fisiológica real que se manifiesta a través de la secreción de la hormona cortisol. Es algo natural que necesitamos para funcionar y afrontar desafíos, pero, en exceso (como todo), es malo. La respuesta del cuerpo al stress está regulada por el Sistema Neuroendócrino, a través del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal. Simplificando, la percepción de una amenaza estimula al hipotálamo (región del cerebro), que secreta la hormona CRH. La CRH estimula a la hipófisis (glándula pequeña que se encuentra debajo del hipotálamo), que responde secretando la hormona ACTH. La ACTH viaja por la sangre hasta llegar a las glándulas suprarrenales (o adrenales), que responden secretando cortisol, que media la respuesta del organismo al stress4. El cortisol, además, inhibe la secreción de CRH y de ACTH, mediante un mecanismo de retroalimentación negativa que limita el ciclo de respuesta al stress5,6.
El aumento de la secreción de cortisol por parte de las glándulas suprarrenales permite afrontar el stress y las exigencias del día -¡aumenta también al amanecer!7-, incrementando la disponibilidad de energía. Pero, si bien es necesario para sobrevivir, puede traer problemas para la salud. Hoy se vincula al stress a un aumento del riesgo de infartos, hipertensión, depresión, ansiedad, infecciones y enfermedades autoinmunes8.
¿Qué genera el aumento del cortisol en la piel?
Las células de la piel también son sensibles al stress y tienen un sistema equivalente al eje hipotálamo-hipofisario-adrenal6, que se estimula tanto por factores ambientales como emocionales4. Es decir, la piel también secreta cortisol y otros mediadores frente al stress, que disparan una cascada de reacciones inflamatorias (las culpables de todos los males). Estas reacciones no son inocuas:- Se comprobó, por ejemplo, que cuando estamos sometidos a stress la barrera de la piel se perjudica más y es menos eficaz recuperándose luego de una agresión. Se testeó a estudiantes de medicina (a un grupo en período de exámenes y a otro de vacaciones), a quienes se les dañó la barrera de la piel usando cinta adhesiva. Se demostró que, a mayores niveles de stress, mayor era el daño y peor era la recuperación3.
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Otros estudios confirmaron el mismo deterioro en dos situaciones bien diferentes:
- Uno demostró que la piel de personas atravesando un divorcio tenía una peor recuperación comparada con la de personas que se sentían en un buen momento9.
- Otro demostró un aumento de la secreción de cortisol y una peor recuperación de la barrera de la piel en un grupo de mujeres que se expuso a una falsa entrevista de trabajo10.
- Además, está comprobado que el stress enlentece el tiempo de cicatrización de heridas. Un estudio evaluó la velocidad a la que cicatrizaban 26 mujeres: 13 estresadas por una situación familiar (un ser querido enfermo a cargo) y 13 no estresadas. El grupo en condiciones de stress tuvo un tiempo de cicatrización notablemente mayor (con una diferencia de 9 días) que el grupo control. 11
- Se sabe, además, que el stress favorece afecciones inflamatorias como psoriasis, dermatitis atópica, acné y alergias. 6 Se demostró, por ejemplo, que las personas con psoriasis tienen aumentos mayores de cortisol en respuesta al stress que el resto12. Con respecto a la dermatitis atópica, un estudio mostró en 2013 que su severidad se correlaciona con los niveles de cortisol: a mayor cortisol (stress), más severidad de la dermatitis13.
- Está demostrado, por último, que el stress causa envejecimiento de la piel. Aumenta líneas, arrugas, manchas y flacidez14. Podés leer más sobre los efectos del envejecimiento de la piel en nuestro post: Todo sobre envejecimiento intrínseco y extrínseco. ;)
¿Cómo combatirlo?
Hace tiempo que las investigaciones científicas venían sugiriendo que el eje neuroendócrino de la piel (el que genera la secreción de cortisol) era un buen objetivo terapéutico (target) para mejorarla9,15.
El año pasado se presentó en una feria de innovación cosmética un nuevo activo que disminuye el cortisol (protegiendo a la piel de los efectos del stress) y se llevó el primer premio. Era de esperar porque, además de que funciona muy bien (acá ya lo probamos ;) ) implica un cambio de paradigma en la ciencia cosmética. Propone prevenir y tratar el daño mediante el control del cortisol, la hormona responsable del stress, mientras que lo clásico en cosmética suele ser mucho más lineal: estimular a los fibroblastos para que secreten colágeno y elastina, aumentar la concentración de antioxidantes o disminuir la melanina (pigmento de la piel). No tenemos nada en contra de estos mecanismos y de hecho los usamos y nos encantan, pero la verdad es que lo que propone este nuevo activo marca el inicio de una nueva etapa en el desarrollo biotecnológico para la piel.
Está claro que lo ideal sería llevar un estilo de vida relajado y no tener que pensar en cómo defendernos del stress. Pero, como la realidad es que esto no siempre es fácil, podés optar por incluir en tu rutina productos con activos anti-stress como el Booster VIT-C/FE anti-stress que, además del extracto de Tephrosia purpurea que actúa disminuyendo los niveles locales de cortisol, tiene también activos antioxidantes como vitamina C, ácido ferúlico, vitamina E y glutatión, que ayudan a mitigar los daños causados por el estrés.
¡Esperamos que este post haya sido útil! Estamos a disposición por cualquier consulta. :)
The Chemist Look Team
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