Siempre tuve una fascinación absoluta por la ciencia, una curiosidad extrema de entender cómo funcionan las cosas, y una personalidad que naturalmente tiende a profundizar en los detalles, buscar conexiones, analizar y hacer preguntas buscando respuestas más allá de lo obvio.
Para mí, la ciencia siempre fue como una ventana que permite ver, comprender y asombrarse del mundo que nos rodea: una oportunidad de mirar más allá y descubrir algún misterio.
Mi fascinación a los 18 años cuando decidí estudiar, no eran las clases de física, química y matemática. Era ese “no sé qué” que yo percibía como magia. Supe desde chica que iba a estudiar química, si bien no sabía todavía que iba a implicar luego.
Como dijo Roger KORNBERG, Premio Nobel de Química en 2016
"La vida es química. Nada más, nada menos. Ella nos ayuda a entender el mundo a nuestro alrededor: el cuerpo humano y todo lo relacionado con la salud y el medio ambiente. La química está en la intersección entre la física, que son las leyes de la naturaleza, y la biología, que es su manifestación. Sin conocer la química, no puedes tomar decisiones informadas sobre tu salud ni sobre el medio ambiente."
El enamoramiento con la piel vino después, y eso es otra historia.
Me acuerdo la primera vez que leí “liquid crystals” - Estaba en la facultad, ya cursando posgrado. Quedé fascinada porque de alguna forma, resumía todo lo que me resultaba apasionante y casi mágico: en la piel, los lípidos que forman la barrera cutánea se organizan de una manera muy particular: en cristales líquidos o “estructuras lamelares”, un estado entre líquido y sólido que hace todo el sentido: permite movilidad a la piel y a la vez forma una barrera de protección. Clave para su funcionamiento: suficientemente flexible para que podamos sonreír, movernos - pero suficientemente sólida para actuar de barrera protectora. Perfecta.
Al microscopio, hermoso y a nivel funcional, eficiente. Un ejemplo de “que increíble es la naturaleza” - como todo el cuerpo humano.
Las Hydra Biotic son emulsiones estructuradas como la piel, en forma de cristales líquidos biomiméticos. Es decir, simulan la organización de los lípidos de la piel.
Un proyecto que nos llevó tiempo y que cuando finalmente llegamos a los prototipos finales, las miramos al microscopio y vimos que realmente simulaban esos cristales que conforman nuestra piel, sentimos con el equipo de Investigación y Desarrollo uno de esos momentos de satisfacción absoluta: ver cómo nuestras ideas y creatividad, nuestras hipótesis son puestas a prueba y finalmente se cumplen, a través del método científico. Algo que pasa con los años, y cada vez me gusta más.
Formulamos 3 texturas, porque una misma piel puede tener distintas necesidades. Son aptas para cada piel: seca, mixta, grasa, pero pueden usarse alternadamente en cada momento de esas pieles según sus necesidades de hidratación: el momento del día, el clima, la cantidad de productos en la rutina, etc.
Por eso, una misma piel puede beneficiarse de ir alternando entre las tres texturas de las hidratantes HYDRA BIOTIC - ULTRA LIVIANA, FLUIDA y RICA.
Son hidratantes más que biocompatibles, bioinspiradas.