En The Chemist Look nos apoyamos en la ciencia para validar y dar sustento a todo lo que decimos. Todos nuestros claims están científicamente comprobados. Pero, ¿qué significa esto?, ¿qué hay detrás de un claim?
En este posteo, exploramos:
- ¿Qué es un claim y cómo se construye?
- ¿De qué manera se puede justificar un claim?
- Si es obligatorio justificar un claim
- Si es lo mismo un ingrediente de eficacia comprobada que un producto de eficacia comprobada
- Cuál es nuestra postura
¡Empecemos!
¿Qué es un claim y cómo se construye?
Un claim es una frase que nos habla sobre el efecto o las propiedades de un producto cosmético1. Por ejemplo:
"Este producto aumenta la luminosidad de la piel".
Todos los claims deberían reunir algunas características como1:
- No ser engañosos para el consumidor.
- No ser ambiguos o confusos.
- Estar robustamente respaldados.
¿Qué significa este último punto? Que si queremos decir "Este producto aumenta la luminosidad de la piel", deberíamos contar con datos que justifiquen y avalen esto que estamos diciendo.
¿De qué manera se puede justificar un claim?
A grandes rasgos, un claim puede justificarse a través de1:
- Bibliografía respaldatoria.
- La opinión del consumidor (ejemplo, reseñas de personas que hayan usado el producto).
- El resultado de estudios de eficacia.
Los estudios de eficacia son tests o ensayos que evalúan los resultados que se obtienen con un determinado producto cosmético. Pueden ser de distintos tipos2:
- Estudios de percepción.
- Estudios instrumentales.
- Estudios in-vitro.
Los estudios de percepción evalúan la opinión de las personas tras haber usado el cosmético, por ejemplo, si consideran que el producto les mejoró las líneas de expresión.
Los estudios instrumentales miden con un aparato un determinado parámetro de la piel que busque mejorarse con el uso del producto. Por ejemplo, miden la profundidad de las arrugas de la piel antes y después de que la persona use el producto.
Los estudios in-vitro son estudios de eficacia que se llevan a cabo en el laboratorio en lugar de realizarse en personas. Por ejemplo, analizan el poder antioxidante de un producto en células que crecen "artificialmente" en el laboratorio y que se comportan de manera similar a las células de la piel.
¿Hay algún tipo de estudio de eficacia que sea mejor que otro?
No. No podríamos generalizar y decir que un estudio in-vitro es mejor que uno de percepción, o uno de percepción mejor que uno instrumental, porque cada estudio permite evaluar cosas distintas. Por ende, cuán apropiado sea un estudio en particular, dependerá de cuál es el claim que se quiere respaldar.
Ejemplo:
- Para dar sustento al claim: "Este producto tiene una textura agradable" → Es más adecuado un estudio de percepción que uno in-vitro.
- Para respaldar el claim: "Este producto es antioxidante" → Es más adecuado un estudio in-vitro que uno de percepción (ya que el poder antioxidante no puede ser percibido y cuantificado por una persona).
Por otra parte, para probar un mismo claim pueden llegar a realizarse estudios de eficacia diferentes, es decir, se puede llegar a la misma conclusión por distintas vías.
De todos modos, independientemente de cuál sea el estudio de eficacia que se elija para respaldar un claim, este estudio debe seguir una metodología científica. Y así es como llegamos al famoso: "Científicamente comprobado".
¿Es obligatorio justificar un claim?
En algunos países es obligatorio justificar los claims de eficacia de un producto cosmético, y en otros países no. Por ejemplo, para poder vender un producto cosmético en Argentina, Uruguay y Chile, las autoridades sanitarias de estos países exigen que dicho producto haya demostrado ser seguro, pero no exigen que el mismo haya demostrado ser eficaz y cuente con estudios de eficacia. Por el contrario, en algunos países como Brasil, para poder utilizar ciertos claims, los productos sí o sí tienen que contar con estudios de eficacia.
¿Es lo mismo un ingrediente de eficacia comprobada que un producto de eficacia comprobada?
No. Ejemplo, decir "La vitamina C aumenta la luminosidad de la piel" (es decir, es un activo de eficacia comprobada) no es lo mismo que decir "El serum X de vitamina C aumenta la luminosidad de la piel" (es un producto de eficacia comprobada).
¿A qué se debe esta diferencia? A que la eficacia de un ACTIVO puede haberse demostrado en condiciones que no necesariamente se mantienen en el PRODUCTO que incorpora dicho activo. Por ejemplo, la eficacia de un activo puede haberse testeado usando una fórmula que:
- Tenía una concentración de activo diferente a la que tiene el producto.
- Tenía un pH distinto al que tiene el producto.
- Tenía distintos excipientes que el producto.
Aclaremos un poco esto siguiendo el ejemplo de la vitamina C vs el serum de vitamina C:
- Si la vitamina C demostró aumentar la luminosidad de la piel en un estudio de eficacia en el cual este activo se usaba al 15 %, un serum que tenga 3 % de vitamina C quizás no llegue a provocar el mismo efecto.
- Si la vitamina C demostró aumentar la luminosidad de la piel en un estudio de eficacia en el cual este activo estaba formulado a un pH de 3.5, un producto que tenga vitamina C a un pH mayor (ejemplo, 6.0) puede que no arroje los mismos resultados simplemente por el hecho de que la vitamina C se absorberá menos en la piel.
- Si la vitamina C demostró aumentar la luminosidad de la piel en un estudio de eficacia en el cual este activo estaba formulado con determinados excipientes (ingredientes "accesorios"), un serum de vitamina C que tenga otros excipientes quizás no aporte los mismos beneficios a la piel ya que los excipientes pueden, entre otras cosas, modificar el grado de absorción de un determinado activo en la piel.
Por ende, nuestro consejo es que no infieras que un producto que tiene determinado activo va a aportarte los beneficios que se reportaron para dicho activo: no es lo mismo un ingrediente de eficacia comprobada que un producto de eficacia comprobada.
¿Cuál es nuestra postura?
Está buenísimo que un cosmético cuente con estudios de eficacia que sirvan para justificar sus claims, porque estos estudios son una forma válida de llegar a la conclusión de que dichos claims están científicamente comprobados. Por eso, en The Chemist Look, nuestros productos cuentan con estudios de eficacia más allá de que no son obligatorios para que podamos venderlos en países como Uruguay, Argentina y Chile.
Es importante destacar que como consumidores no debemos vernos tentados a comparar "peras con manzanas": un producto que "Aumenta la luminosidad de la piel en un 65 %" no necesariamente es mejor que otro que "Aumenta la luminosidad en un 40 %".
¡¿Cómo?! ¿Por qué?
Porque quizás para llegar a estas conclusiones se usaron estudios de eficacia diferentes (con metodologías distintas, distinto número de personas, etc.). Solo podría decirse que uno aporta mayor luminosidad que el otro si el estudio de eficacia que demostró esto fue exactamente el mismo para ambos productos.
Por ende, no dejes que tu decisión de compra surja de la comparación de "peras con manzanas". Tomá esta información como parte de un todo a evaluar al momento de elegir el mejor producto para tu piel.
Esperamos que esta discusión les haya resultado interesante. Aquí estamos para responder cualquier pregunta que pueda surgir y para seguir conversando.
The Chemist Look Team.