El alcohol y la fragancia son ingredientes ampliamente utilizados en cosmética, aunque no aportan beneficios reales a la piel. De hecho, ambos pueden tener efectos dañinos. ¿El motivo para incluirlos en una fórmula? Meramente sensorial. En algunos casos, el alcohol puede ayudar a solubilizar ciertos ingredientes, pero también existen otras formas de hacerlo, quizá no tan simples, pero posibles.
A mejor experiencia sensorial, mayor aceptación.
Gracias a su volatilidad, el alcohol mejora la textura y la experiencia sensorial de los productos que lo contienen. Además, funciona como astringente*, eliminando el exceso de sebo, y como antimicrobiano**, protegiendo la fórmula de la contaminación***. La fragancia, por su parte, juega un papel clave en la experiencia del producto, ya que enmascara el olor de los ingredientes naturales y mejora la percepción sensorial del usuario.
Por lo tanto, muchas marcas de skincare optan por incorporar estos ingredientes en sus productos, ya que mejoran la textura y el aroma. En definitiva, a mejor experiencia sensorial, mayor aceptación por parte de los consumidores.
¿Por qué evitarlos? ¿Cuáles son sus efectos?
Más allá de sus ventajas sensoriales, estos ingredientes pueden generar problemas en la piel. El alcohol debilita la barrera cutánea, lo que provoca irritación, sequedad y sensibilidad. En cuanto a la fragancia, ya sea natural o sintética, es una de las principales causas de alergias e irritaciones. Al ser un potencial alérgeno, activa la respuesta inflamatoria de la piel, lo que puede generar enrojecimiento y sensibilidad.
A pesar de toda la información disponible hoy en día, me llama la atención que estos ingredientes sigan formando parte de tantas fórmulas. Está claro que la irritación es el principio de todos los problemas. ¿Inflamación? ¡Envejecimiento! El término "inflammaging" lo deja en evidencia: la inflamación acelera el envejecimiento de la piel. Entonces, ¿por qué seguir incluyendo ingredientes que sabemos que son riesgosos y que no ofrecen ningún beneficio real? Me parece una decisión obsoleta.
La máscara detrás de las fragancias naturales.
También me descoloca el engaño detrás de las fragancias naturales. Ingredientes como el aceite de lavanda o de rosa pueden parecer inocentes, y si bien pueden tener ciertos beneficios, contienen compuestos que están declarados como alérgenos. Y esos mismos beneficios que aportan los podés conseguir con otros activos, sin el riesgo alérgico. ¿Por qué añadir a un producto algo que está oficialmente declarado como potencial alérgeno? La única razón que se me ocurre es porque huele bien y vende más.
Nuestras formulaciones: 100% libres de alcohol y fragancias.
En Chemist creemos que un producto se define tanto por lo que contiene como por lo que no. Por eso, evitamos a toda costa el uso de alcoholes y fragancias irritantes en nuestras fórmulas. Si bien estos ingredientes pueden mejorar la experiencia de uso en el momento, nuestro enfoque está en crear productos que respeten la integridad de la piel sin comprometer su salud a largo plazo.
Para aprender a identificar si un producto contiene alcohol o fragancia, encontrá más información en los siguientes blogs: Alcohol en cosmética - Fragancia en cosmética.
F.
Referencias
* Draelos ZD. Cosmeceuticals: What's real, what's not. Dermatol Clin. 2019 Jan;37(1):107-115.
** SCCS (Scientific Committee on Consumer Safety), SCCS Notes of Guidance for the Testing of Cosmetic Ingredients and their Safety Evaluation 9 th revision, 29 September 2015, SCCS/1564/15, revision of 25 April 2016