Biomimesis viene de las palabras “bio”, "vida", y mimesis, "imitar" y es el nombre que se le da a un abordaje que intenta solucionar problemas humanos inspirándose en la naturaleza.
Desde la primera vez que se usó el término, hace unos 60 años, hasta hoy en día, el concepto sigue aportando recursos para resolver problemas en diferentes campos como el diseño, la nanotecnología y la ingeniería.
Personalmente, di con este término hace un año, haciendo un curso de capitalismo regenerativo, que apuesta por un modelo que recompense la verdadera creación de valor, y no solo la extracción de valor, como hace el modelo actual. Desde ese momento algo hizo click en mi cabeza y ya no pude pensar de otra forma: quise entender desde donde podría sumar más valor a lo que hacía a través de la biomimética.
Aunque no lo sepamos, la biomimesis es parte de nuestro día a día.
El velcro se desarrolló a partir de la observación de los cardos y su capacidad de prenderse en el pelaje de los animales.
El vuelo de las aves influyó en el diseño de los aviones, incluido el concepto de aletas para mejorar la aerodinámica.
¿Cómo aplicamos esto a la cosmética?
Hasta ese momento, estudiaba a la piel y cómo a través del concepto de biocompatibilidad cuidar su integridad.
Siempre pensando en optimizar los procesos biológicos para mantener la salud de la piel, y en medio de un boom por la cosmética natural, me di cuenta que no necesariamente congeniaba con la idea de extraer de la naturaleza la solución a los problemas humanos. Entiendo que el hecho de que un producto sea de origen natural no necesariamente lo hace mejor ni más seguro por lo que no me inspira crear productos de ese tipo. Sin embargo, en la naturaleza radica ese insight fundamental y es a nivel de soluciones: la naturaleza ya encontró soluciones estratégicas para muchos de los problemas a los que nos enfrentamos todos los días y lo logra haciendo un uso optimizado de sus recursos. La naturaleza no derrocha y ofrece, por lo tanto, una fuente de inspiración constante para lograr hacer las cosas de una mejor manera.
Estas soluciones que la naturaleza utiliza hoy, han superado innumerables pruebas por lo que nos llevan millones de años de ventaja a cualquier solución creada por el hombre.
Es por eso que, ante un problema de desarrollo o diseño que el hombre pueda tener, inspirarse e imitar a la naturaleza nos ayuda a encontrar estrategias eficaces, optimizadas y rápidas. Por eso, conviene imitar a la naturaleza, en lugar de intentar superarla.
Y eso es justamente lo que se propone la biomímesis, estudiar los modelos de la naturaleza e imitar o inspirarse en sus diseños y procesos para resolver los problemas humanos, consiste en aprender a diseñar tecnologías adaptando estructuras desarrolladas por la naturaleza.
Entonces, pensé:
¿Qué pasa si ya no solo buscamos cosmética biocompatible sino también biomimética?
¿Qué pasa si observamos e investigamos a la naturaleza como fuente de inspiración para crear fórmulas que emulen sus tácticas para funcionar, mantener su integridad y adaptarse a los cambios de su entorno?
¿De qué forma podemos adoptar las tácticas de la naturaleza en la cosmética?
La naturaleza es, ante todo, funcional. Lleva años desarrollando mecanismos, estructuras, formas y estrategias para resolver desafíos reales a los que se enfrentan los organismos: deshidratación, defensa contra la radiación UV, protección antioxidante, generación de energía de forma eficiente y muchos otros. La naturaleza no resuelve problemas que no existen, no se “autocrea necesidades”. Por eso decimos que es funcional: porque las soluciones que plantea son útiles, sirven a su propósito. No solo eso, las estrategias que fue perfeccionando durante millones de años no son solamente suficientes, sino que tienen eficacia y eficiencia máxima: resuelve con máxima potencia y mínimo esfuerzo.
Es el perfecto equilibrio entre abundancia y minimalismo: máximo desarrollo con mínimos recursos.
The Chemist Look Biomimetics es una línea en la que nos proponemos aplicar el know-how de la naturaleza para crear fórmulas funcionales, eficientes y minimalistas.
Como siempre, estudiamos a nivel celular y molecular el funcionamiento de la piel y nos enfocamos en las estrategias bioquímicas de la piel para crear fórmulas que aporten soluciones únicas en el rubro cosmético. Nos inspiramos en las leyes que gobiernan sistemas vivos para replicarlas tecnológicamente y dar soporte a la piel en todas sus necesidades.
2nd Skin(liq), el primer producto de la línea, es una hidratante líquida 100% acuosa con 8 activos biomiméticos que copian las estrategias que la propia piel usa para auto-hidratarse. Es una hidratación intracelular, extracelular y con una tecnología tipo film-forming que se funde con la piel y la protege de la deshidratación, la polución y el daño por la luz UV. Algunos de activos son, por ejemplo, un aminoácido que la propia piel usa para arrastrar agua dentro de las células cuando se está por deshidratar, un extracto que aumenta la respiración celular y sacáridos análogos a los que existen en la piel (y que se adhieren a ellos) que hidratan de forma prolongada.
Hoy, seguimos mejorando en nuestro acercamiento y estudio de la naturaleza y contamos con tecnología para usar a nuestro favor para ir de “natural origin” a “nature-inspired solutions”, en nuestro caso “for skin”.
Flo